Vampiros en La Paternal

El cineclú itinerante del barrio concretó su segunda proyección (última del año) al aire libre, en la Plaza de Pappo, donde unos 80 vecinos y algunos vampiros vernáculos nos juntamos a ver Vampiros en La Habana, película de animación del año 1985, de Juan Padrón. Fue este viernes 12 de diciembre, con empanadas y bebidas, bajo el cielo de Villa Mitre.

Agradecemos a quienes nos dieron una mano en esto: al DerHumALC que nos prestó el proyector; a Leonardo, de la Asamblea de Villa Mitre, que nos ayudó con las conexiones eléctricas; y a Leonardo Angelo que convidó la gaseosa; a los periódicos Tras Carton y Todo Paternal que anunciaron la proyección; y a Paterna y Rev(b)lenando Imágenes por sus comentarios en los blogs.

Pappo vio la película desde la esquina

La breve introducción, en la que también recordamos las épocas del cine-teatro Taricco

Todo listo para la proyección

La gente en las gradas de la plaza

Pepito, cuando aún no sabía de su sangre vampírica

Levantando campamento después de la proyección

Avance Vampiros en La Habana

Próxima proyección: Vampiros en La Habana

LA PATERNAL CINE AMBULANTE

El cineclú itinerante del barrio de La Paternal

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Invita a su segunda proyección:

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VAMPIROS EN LA HABANA

película de animación del cubano Juan Padrón.

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Viernes 12 de diciembre, 21hs,

plaza de Pappo

(Juan B Justo y Boyacá)

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GRATIS Y AL AIRE LIBRE

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Ficha técnica

Director: Juan Padrón

Género: comedia de animación

Nacionalidad: Cuba

Año: 1985

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Sobre la película:

Año 1933, La Habana, Cuba. El científico vampiro Berndhart Amadeus experimenta con su sobrino Joseph Emmanuel (Pepito, para los amigos) una pócima que permitirá a los vampiros vivir al sol: el VAMPISOL. Se trata de una fórmula revolucionaria, que realmente puede cambiarle la vida a todos los vampiros. Pronto las mafias vampíricas organizadas de Estados Unidos (la "Capa Nostra") y de Europa ("Grupo Vampiro") viajan a La Habana e intentan adueñarse del descubrimiento para usarlo en beneficio propio. Pero Pepito, devenido en trompetista cubano, estará a cargo de custodiar la fórmula y difundirla para todos los vampiros, a la vez que lucha contra el gobierno opresor de Machado. ¡Vampiros en La Habana! es una coproducción entre Cuba, España y la entonces República Democrática Alemana. Cuenta además con la colaboración del trompetista cubano Arturo Sandoval, que puso su arte al servicio del personaje principal. En esta mezcla de cine de terror y suspenso, con gangster, comedia musical y de enredos, Juan Padrón nos dice claramente que el sol y la libertad deben ser para todos por igual.

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Sobre el director:

Juan Padrón nace en Matanzas, en 1947. Se graduó como licenciado en Historia del Arte en la Universidad de La Habana, y trabajó como caricaturista, realizador de dibujos animados, ilustrador, historietista y guionista. En 1970 publica su personaje Elpidio Valdés en la revista "Pionero" y cuatro años después comienza a trabajar con el Instituto Cubano de Arte e Industrias Cinematográficas como director de dibujos animados. Entre sus creaciones están las series de animados Filminuto (que incorpora el humor negro a una grupo de personajes en situaciones absurdas con final inesperado) y Quinoscopio, este último en colaboración con el humorista argentino Quino (creador de Mafalda, a quien también animó Padrón en 1994). Su primer largometraje, Elpidio Valdés, es del año 1979, y el segundo, Vampiros en La Habana, de 1985. Ya con el nuevo siglo, en el año 2003 llega la secuela: Más vampiros en La Habana. Considerado el padre de la animación cubana, Juan Padrón recibió este año el Premio Nacional de Cine por su trayectoria.

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¿Querés saber algo más sobre animación cubana?

Animación cubana: Con los dos lados de la historia, por Willema Wong Tejeda. En Miradas, revista del audiovisual

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Juan Padrón: “Primero los paticos, luego la perfección”, por María Matienzo. Entrevista a Juan Padrón, en Mirar a Cuba

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De otakus y mangakas en el Caribe, por Mario Masvidal Saavedra. En La Jiribilla, revista de cultura cubana, N394

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Los dibujos animados premiados del nuevo cine cubano / De 1962 a 1979, por Mercedes Santos Moray. En Cuba y el cine

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Así empezamos: Las aguas bajan turbias

El cineclú itinerante del barrio realizó su primera proyección el sábado 8 de noviembre por la tarde, en el Centro Cultural La Paternal que funciona en la Escuela La Pampa (Caracas y Gaona).

Una veintena de personas disfrutaron de Las aguas bajan turbias, película del año 1952, dirigida y protagonizada por Hugo del Carril.

Antes de la proyección, presentamos el cineclú y hablamos del cine-teatro Taricco. Hubo programa explicativo, empanadas y bebidas, y unas breves interrupciones por el acalorado proyector.

Agradecemos al Centro Cultural La Paternal por el esapacio, y a Gabriela Golder que nos prestó el proyector.

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Cartel sobre calle Caracas

Entrada a la escuela

Armando la pantalla

Siguiendo los afiches se llegaba al aula de proyección

La presentación del cineclú

Parte de la concurrencia

Al fin, Hugo del Carril con la guitarra

A la salida, empanadas y bebidas

Primera proyección

El cine vuelve al barrio

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La Paternal Cine Ambulante es un colectivo que se propone formar un cineclú itinerante que recorra el barrio. Queremos que cada proyección sea un motivo de encuentro. Una celebración poética de las imágenes. Un ejercicio de memoria popular. Un disparador de pensamientos y debates.
Varios motivos impulsan esta propuesta. En primer lugar, el hecho de reunirse y ocupar los espacios públicos comunes que nos pertenecen. En este sentido, nos sumamos al reclamo de los vecinos que abogan por la recuperación del cine-teatro Taricco como espacio cultural del barrio. Amén de este aspecto sociológico, existe una cuestión de escala: nos consideramos incurables amantes del cine, y como tales pretendemos compartir el placer de ver las películas proyectadas en pantalla grande.
Hecha esta expeditiva presentación, queremos invitarlos a nuestra primera cita, que será el próximo sábado 8 de noviembre a las 20 horas, en el Centro Cultural La Paternal (en la escuela La Pampa, Gaona y Caracas), con entrada libre y gratuita. En esta oportunidad, nos remontaremos al año 1952 para revivir Las aguas bajan turbias, de Hugo del Carril.
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Las aguas bajan turbias es una de las obras más destacadas del cine argentino. Fue filmada en la selva misionera en 1951 y estrenada comercialmente el 9 de octubre del año siguiente. Cuenta la historia de dos hermanos, Santos y Rufino Peralta, que se emplean como trabajadores en los yerbatales del Alto Paraná. A las condiciones infrahumanas de trabajo y la codicia de los patrones se suma el enfrentamiento de Santos con un capataz por el amor de Amelia. De a poco se va gestando la rebelión y la organización entre los trabajadores.

Esta película fue el mayor éxito en la filmografía de Hugo del Carril (quién además de dirigir, interpreta a Santos y entona un par de canciones). Está basada en El río oscuro, del escritor, periodista y militante comunista Alfredo Varela, quien al momento de trabajar en el guión estaba preso en Villa Devoto, encarcelado por el mismo gobierno peronista al cual adhería del Carril. Varela colaboró con el guión, verdadera creación colectiva junto a Eduardo Borás y Hugo del Carril, quién lo visitaba semanalmente en la cárcel para avanzar con la historia. No fue fácil para el grupo creativo encarar la obra: debieron eliminar el nombre de Alfredo Varela y el de su novela de los títulos, y dejar bien expreso al principio del film que los hechos narrados eran asunto del pasado. Además, del Carril fue perseguido por Raúl Alejandro Apold, secretario de Prensa y Difusión del gobierno de Juan Perón, quien le prohibió cantar en Radio Splendid tildándolo de “comunista”. Cuenta una anécdota que del Carril intercedió ante Perón por Alfredo Varela: “¿Por qué está preso?” preguntó el entonces presidente. “Por orinar frente a la embajada soviética”, contestó el artista. Luego de reírse, el general respondió: “Mire, al final somos todos un poco comunistas, si al final lo que buscamos es la justicia social”.

El libro de Varela, escrito en 1943, implicó una novedad en el panorama de la novela latinoamericana, no solo por su temática social, sino principalmente por introducir la fractura del relato y proporcionar al lector diversos ángulos de aproximación. El río oscuro puede ser entendido como un relato coral; en cambio, en Las aguas bajan turbias la historia está condensada en lo que ocurre con un grupo de hombres. Pero además del libro de Varela, en el trabajo de del Carril pueden rastrearse otras inspiraciones: la película Prisioneros de la tierra (1939), de Mario Soffici, sobre los mensúes misioneros, y también los relatos de Horacio Quiroga, que influyeron en la obra de Alfredo Varela.

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Proyección en el barrio, viernes 22 de agosto

La Paternal Cine Ambulante celebra esta buena costumbre de la Comisión x la Memoria y la Justicia de La Paternal y Villa Mitre de proyectar en el barrio, en sus calles o instituciones.

En este caso, la convocatoria es para el viernes 22 de agosto a las 18,30 hs, en la Escuela Provincia de Mendoza, Juan Agustín García 1511.

Se exhibirá Ni olvido ni perdón, producción de Raymundo Gleyzer y el Grupo Cine de la Base, del año 1972, lo cual implica un doble homenaje: a los fusilados en Trelew durante la dictadura de Alejandro Lanusse, y a Raymundo Gleyzer, quien nació y creció en el barrio.

Cuando La Paternal tuvo cine

Estas fotos son del ex cine-teatro Taricco, que funcionó en la avenida San Martín al 2300.

Según el periódico Todo Paternal (número 36, junio 1994): "El cine Taricco debe su nombre a la familia Taricco. Esta habitaba la esquina de Av. San Martín y Nicasio Oroño desde que éstas calle se llamaban “El camino a San Martín” y “Cayena” respectivamente. La primera panadería de La Paternal, ‘La Guadalupe” funcionaba allí, en el predio que hoy ocupa una farmacia. Luis Juan Taricco compra el terreno lindante y funda el cine. Da testimonio de ello su hija, Esther Taricco de Vaccaro: ‘en un lote de la Av. San Martín mi padre hace el primer cine, que era chico, tenía mesitas y sillas como si fuera una confitería. La gente se sentaba a tomar algo y veía películas. El fue el primero en poner luz de carburo en la panadería. Luego comparó mas terrenos y construyó el cine grande, tenía 1000 localidades. Así nació el cine Taricco”. Actuaron Carlos Gardel, Azucena Maizani, Astor Piazzolla, Juan Carlos Chiappe, entre muchos otros. En ese tiempo era un clásico ir al cine Taricco y comprar golosinas en la confitería Fierro

No sabemos concretamente cuando cerró, pero suponemos que fue durante la década del ’60, ya que en 1969 funcionaba allí el supermercado Mínimas.

Hace algunos años hubo un proyecto para que sea expropiado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, pero el impulso no prosperó, y el edificio, que fue también sede del Hogar Obrero, está hoy abandonado.

En el años 2000, gente del barrio organizaró un recital en la puerta del cine. Actuaron Eppurse Mueve, Arbolito y Verónica Condomí.

Vecinos de La Paternal y la Asociación Amigos de la Avenida San Martín lograron la protección histórica del predio luego de presentar más de doscientas planillas con unas 5.500 firmas en apoyo de la iniciativa. El Taricco fue declarado "Sitio de Interés Cultural" en el 2004 (resolución 442/2004), por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.

¿Qué esperamos para recuperar nuestro cine en el barrio?

Si te interesa la idea, nos encontrás los martes a las 20 en el bar La Nueva Andaluza, de Camarones y San Martín.

Quiénes somos

Somos un colectivo independiente.

Nos proponemos que el cine vuelva al barrio, y lo recorra.

Que cada proyección sea un motivo de encuentro,

una celebración poética de las imágenes,

un ejercicio de memoria popular,

un disparador de pensamientos y debates.

Aceptamos propuestas para armar funciones mailto:funcioneslapaternalcineambulante@gmail.com